Además de haber sido nombrada
patrona de las Jornadas Mundiales de la Juventud (Colonia, agosto 2005) junto
con San Alberto Magno, Edith Stein ha estado presente en diversos momentos y
circunstancias. Ante todo, el Papa Benedicto XVI la ha mencionado repetidas
veces en sus discursos y alocuciones. A la santa mártir carmelita le han
dedicado diversos encuentros, vigilias de oración, via
crucis, una exposición fotográfica, un espectáculo teatral, sesiones
académicas y, sobre todo, celebraciones eucarísticas. La sede principal para su
veneración ha sido el propio monasterio de nuestras Carmelitas, en la calle Vor den Siebenburgen, el lugar
de la primera fundación en 1637. Aunque el monasterio hubiera sido suprimido
diversas veces para renacer en otros lugares –por eso Edith Stein nunca
vivió en el edificio actual-, es esta comunidad de Colonia que la acogió y
donde vivió hasta su traslado a Holanda el 31 de diciembre de 1938. Antes de
abandonar Colonia S. Teresa Benedicta de la Cruz
quiso pasar por el lugar de la primera fundación para venerar a la Virgen de
la Paz, titular del monasterio, y orar ante la tumba de las fundadoras en la
cripta. Durante los días de las JMJ la
iglesia de la comunidad se ha convertido en un lugar de adoración perpetua,
día y noche, y en un punto de gravitación de muchos devotos de S. Teresa Benedicta. Gracias a la generosidad del vecino
Instituto Max Planck, el
monasterio ha podido acoger a diversos grupos y ofrecerles una ocasión de
varias conferencias en diversas lenguas. Pero el momento más
emocionante de la presencia de Edith Stein en estas Jornadas fue el sábado,
día 20 de agosto. Para aquel día el Papa había invitado a 20 representantes
entre los religiosos/as de la archidiócesis de Colonia para su misa privada
en la capilla del arzobispado. La priora M. Ancilla
insistió para que con ella pudiera participar también otra monja.
Consideradas las circunstancias excepcionales que concurrían, la petición fue
aceptada. Así pudo participar también la Hª Teresa
Margarita Drügemöller, la última carmelita
superviviente de la comunidad de Colonia en haber convivido como connovicia
con Edith Stein y todo el tiempo de su permanencia en el Carmelo coloniense
(14.10.1933-31.12.1938). Este encuentro en esa fecha con el Papa ha sido el
mejor regalo que la Hermana podía recibir en el 95 aniversario de su
nacimiento. La Hª Teresa Margarita se acercó al
Santo Padre para ofrecerle una palia para le cáliz y purificadores preparados
por ella misma. En este momento dirigió estas palabras al Papa: “Quisiera
formularle una petición: deseo vehementemente che nombre a Edith Stein
Doctora de la Iglesia”. La respuesta no se hizo esperar: “Cada cosa necesita
de su camino, pero tomo su súplica en consideración”. Este deseo de la Hª Teresa Margarita está en sintonía con cuanto
ella había trabajado desde hace muchos años. Cuando todavía nadie
pensaba en la beatificación, ella la promovió Por los años 1950
comenzó a recoger documentos, cartas, fotografías poniendo las bases del
actual archivo “Edith Stein” del Carmelo de Colonia. En las intercesiones de
las Vísperas de aquel día la comunidad agradeció a “la que había creído”.
Enviándonos una relación, la Priora anota: “Las dos Hermanas hemos
experimentado en el Santo Padre su proverbial y conocida sencillez, su
sobriedad liberadora, como también su profunda interioridad...” |
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