Las vestiduras
pertenecen a los elementos materiales de la liturgia. Tienen también su
profundo significado. Vestir una determinada ropa significa asumir la
personalidad correspondiente, asumir una identidad, puesta de manifiesto en
esas vestiduras. Estas vestiduras no indican un poder sobre nadie; sino un
servicio a los demás.
El Presidente y los
demás ministros de la celebración son los únicos que se revisten de modo
simbólico para su ministerio. En los primeros siglos del cristianismo no
parece que los ministros se revistieran de modo especial, salvo las
vestiduras romanas propias de los días festivos. Con el tiempo, al dejar de
usarse estas vestiduras para el uso civil se mantuvieron para los actos de
culto y de esas vestiduras derivan las actuales.
Vestiduras del diácono:
DALMÁTICA: Del latín “dalmatica vestis”, túnica o
vestidura de Dalmacia. Vestido litúrgico en forma
de túnica hasta las rodillas, con mangas amplias, que usan los diáconos
sobre el alba y la estola. Los primeros cristianos la tomaron de los
romanos y éstos, del pueblo de los dálmatas (hoy países balcánicos). La
vestían las personas de dignidad.
ESTOLA CRUZADA: Del hombro izquierdo
hacia el costado derecho, en forma descendente.
Vestiduras del presbítero o sacerdote:
AMITO: Pequeño lienzo
rectangular, de lino blanco, colocado debajo del alba que pueden usar los
ministros sobre los hombros y alrededor del cuello, debajo del alba, para
ocultar los vestidos comunes. Tenía un significado alegórico: servía en
defensa contra las tentaciones diabólicas y la moderación de las palabras.
Hoy ya no se suele usar, porque las albas vienen confeccionadas de forma
que cubran el cuello, y ya no con cuello en forma de V.
ALBA: Del latín “alba”,
blanca. Es una vestidura litúrgica común a todos los ministros. Es una
túnica talar blanca de mangas largas que cubre todo el cuerpo y se reviste
sobre el vestido común. El sacerdote representa con esa alba la pureza que
el hombre recibe por los méritos del misterio pascual de Cristo. También
significa la penitencia y la pureza de corazón que debe llevar el sacerdote
al altar. El alba se coloca sobre el clergyman o
la sotana.
ROQUETE: Del latín “Rochetum”, especie de alba corta, hasta la altura de
las rodillas, que se usa sobre la sotana o el hábito religioso. También se
llama sobrepelliz. Puede ser usada por el sacerdote o el diácono para
exponer el Santísimo, para una celebración de Bautismo o para un
matrimonio.
CÍNGULO: Del latín “cingulum”, cinturón. Es cuerda o cordón con la que se
ajusta el alba a la altura de la cintura. Aunque su uso es simplemente
utilitario, sin embargo, podríamos ver que con el cíngulo el sacerdote ata
a la pureza del alba a todo el mundo, a los fieles y los lleva al altar
para ofrecerlos en la celebración.
ESTOLA: Del griego “stolé”, vestido. Es prenda de tela alrededor del cuello
del sacerdote, usada para las celebraciones litúrgicas. La usan los obispos
y presbíteros, colgando del cuello hacia delante; y los diáconos, desde un
hombro hasta la cintura atravesando en diagonal la espalda y el pecho. Es
símbolo de los poderes sagrados que recibe el sacerdote, como pastor que lleva
a sus ovejas sobre sus hombros, como maestro que enseña a sus discípulos;
como guía que conduce a las almas hacia la vida eterna.
CASULLA: Del latín “casula”, cabaña. Vestimenta litúrgica amplia y abierta
por los costados para la celebración de la Misa. Se usa sobre el
alba y la estola. Confeccionada en tela, tiene la forma de una capa cerrada
por delante o poncho. Cambia su color según la celebración y el tiempo
litúrgico. Simboliza la caridad que cubre todos los pecados.
Vestiduras del obispo:
MITRA: Gorro que usan los
obispos y abades desde el siglo X. Está formado por dos trozos de tela
acartonada cosidos o pegados por los costados, y abierto en la parte
superior con doble pico. Símbolo del poder y servicio espiritual.
ÍNFULAS: Cintas que cuelgan detrás
de la mitra. Significan que el ministro debe poseer la ciencia del Antiguo
y del Nuevo Testamento.
ANILLO: Del latín “anellus”, anillo. Insignia propia de los obispos.
Simboliza su desposorio con la
Iglesia local o diócesis. También pueden usarlo algunos
abades y abadesas. El anillo que se impone al obispo significa que contrae
sagradas nupcias con la
Iglesia. El anillo recuerda también la necesidad de ser
sólido “eslabón” en la cadena de la sucesión que le une a los Apóstoles.
BÁCULO: Del latín “baculum”, bastón. Insignia litúrgica propia del obispo
como pastor de la comunidad; lo recibe el día de su ordenación y lo usa
cuando preside una celebración en su diócesis. Simboliza que es buen pastor
de las ovejas, que apacienta, instruye, guarda y las defiende, como Cristo,
el Buen Pastor.
SOLIDEO: Del latín “solus”, solo, y “Deo”, a
Dios. Gorro de tela en forma de casquillo que usan los obispos, cubre la
coronilla y se descubre ante el Santísimo, en la Consagración
y en la Adoración
de la Cruz
del Viernes Santo. Si son obispos, el color del solideo es violeta; si son
cardenales, es rojo, y el Papa lo usa de color blanco. Simboliza la
protección de Dios y la dedicación a Dios.
PECTORAL: Del latín “pectus”, pecho. Es cruz de metal, madera, marfil que
llevan los obispos sobre el pecho, como insignia de su cargo y dignidad. En
la celebración de la Misa
pueden llevarla sobre la casulla. El día de la ordenación episcopal toman y
aceptan sobre sus espaldas, de un modo más comprometido, la cruz de Cristo,
que no faltará en su ministerio episcopal.
CAPELO: Sobrero muy aparatoso
con borlas rojas, usado por los Cardenales.
Vestiduras del papa:
TIARA: Especie de mitra
circular con triple corona que, desde el siglo XII hasta el Papa Pablo VI,
usaban los obispos de Roma como insignia propia. Representaba el triple
poder del Papa como obispo de Roma, supremo pastor de la Iglesia y jefe de los
Estados Pontificios.
Vestiduras de los ministros extraordinarios de la Sagrada Comunión:
TÚNICA o TOGA: Vestidura sagrada que
deben colocarse los ministros para repartir la Comunión. Indica
el respeto y la veneración con que hay que repartir la Sagrada Comunión.
Otras vestiduras sagradas son:
CAPA PLUVIAL: Capa de honor que se
usa en las procesiones, la bendición eucarística y otras funciones.
HUMERAL: O paño de hombros,
especie de rebozo que se pone en la espalda para portar el Santísimo sin
tocarlo con la mano.
PALIO EPISCOPAL: Especie de estola de
color blanca salpicada de cruces usado por los Arzobispos a modo de
escapulario.
En definitiva, las
vestiduras sagradas tienen una función pedagógica: distinguen a las
diversas categorías de ministros identificándolos, contribuyen al decoro y
a la estética de la celebración y con los colores litúrgicos ayudan a
entender el misterio que celebramos.
Con respecto a los
colores de las vestiduras (sotana) de los clérigos: el blanco es el color
propio del Papa, el rojo de los Cardenales, el morado para los Obispos y el
negro para los Presbíteros. Las estolas van a juego con el color litúrgico
del día. Para administrar el sacramento de la reconciliación se debe usar
estola morada (penitencial).
Pedro
Sergio Antonio Donoso Brant
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