Como Memorias de la Virgen (obligatorias o
libres) celebramos las siguientes:
Memorias obligatorias:
SANTA MARÍA VIRGEN,
REINA:
El día 22 de Agosto se celebra la memoria obligatoria de Santa María
Virgen, Reina. Es la prolongación jubilosa de la Solemnidad de la Asunción, ocho días
después. Es una memoria instituida por el papa Pío XII en 1954 para realzar
la realeza de la Virgen,
que no se contradice con su condición de sierva pues fue "el que se
humilla será ensalzado". El emplear la Iglesia estos términos
de realeza y rey para Cristo hacen que estos términos cobren un nuevo
sentido. "La solemnidad de la Asunción se prolonga jubilosamente en la
celebración de la fiesta de la
Realeza de María, que tiene lugar ocho días después y en
la se contempla a aquella que, sentada junto al Rey de los siglos,
resplandece como Reina e intercede como Madre" (MC 6).
LOS DOLORES DE LA VIRGEN: El 15 de septiembre
tiene su origen en el apostolado de la orden Servita y fue extendida a toda
la iglesia por Pío VII en 1814. Los Siete Dolores de la Virgen, simbolizados en
un corazón con siete puñales, son: los padecimientos de Cristo ante la Cruz, la Crucifixión, la
muerte en la Cruz,
la Lanzada,
el Descendimiento, la
Piedad y el Entierro. Fue introducida en el calendario
universal por el papa Pío VII en el S. XIX siendo Pío X quien la sitúa en
el 15 de septiembre. Es una memoria de origen devocional
que remonta a la Edad
Media. Tiene un gran contenido teológico: recuerda la
presencia de María al pie de la
Cruz. Al celebrarse al día siguiente de la Exaltación de la Cruz “es una ocasión
propicia para revivir el momento decisivo de la historia de la salvación y
para venerar junto al Hijo exaltado en la Cruz a la madre que comparte su dolor” (MC
7).
NUESTRA SEÑORA DEL
ROSARIO:
Celebrada el 7 de octubre, fue instituida por Pío V tras la victoria de Lepanto sobre los turcos en 1571 y entra en el
calendario universal en el S. XVIII. El contenido de la memoria no es la
devoción al Rosario sino la
Virgen María, presente en el camino de Cristo y en el
nuestro.
LA
PRESENTACIÓN DE LA VIRGEN: El 21 de noviembre.
Sixto V la extendió a toda la
Iglesia en el año 1585. El contenido de la fiesta es la
memoria del gozo de la hija de Sion que se
consagra totalmente al Señor y hace relación a la “dedicación” que la Virgen hizo de sí misma
a Dios teniendo su origen en la dedicación del templo de Santa María la Nueva en Jerusalén. Esta
memoria no tiene su base en relatos evangélicos.
Memorias libres:
EL INMACULADO CORAZÓN
DE MARÍA:
sábado después del II domingo después de Pentecostés y que se celebra al
día siguiente al Sagrado Corazón de Jesús. Instituida por Pío XII en 1944
como réplica al Sagrado Corazón de Jesús. Su devoción de remonta al S. XVII
y su sentido es evangélico ya que "La Madre medita las palabras y los hechos del hijo
en su propio corazón" (Lc 2, 19.51)
NUESTRA SEÑORA DE
LOURDES:
11 de febrero, instituida por Pío X en 1907 para recordar las apariciones
de la Virgen
producidas cuatro años después de la proclamación del dogma de la Inmaculada, en 1858, a una humilde
muchachita francesa llamada Bernardita. Desde entonces Lourdes se ha
convertido en lugar de peregrinación y de curaciones milagrosas y en
santuario mariano muy importante. Su memoria ofrece la posibilidad de la
contemplación de María como fuente de agua viva y medicina de los enfermos.
NUESTRA SEÑORA DEL
CARMEN:
16 de julio, extendida por el papa Benedicto XIII a toda la iglesia
universal. Es un recuerdo a esta advocación en la vertiente contemplativa,
como invitación a interiorizar en la oración y en la meditación la fe en
Cristo. "María escuchaba la palabra de Dios y la cumplía, meditándola
en su corazón" tal como dice la antífona del Magníficat.
Recuerda el nacimiento de una Orden religiosa profundamente mariana que la
considera madre y hermana.
LA DEDICACIÓN DE LA BASÍLICA DE SANTA MARÍA LA MAYOR: 5 de agosto, hace
referencia a la iglesia construida en Roma en honor de la Virgen María,
Santa María la Mayor
o la Blanca,
como réplica romana a la basílica de la Natividad de Belén.
Su historia hace referencia al sueño del patricio Juan al cual el 5 de
agosto del año 352 y siendo papa Liberio, se le
apareció la Virgen
para pedirle que construyese una iglesia en su honor en la colina que
hubiese nieve. Comunicado el sueño al Papa se dirigen al monte Esquilino donde no sólo había nieve sino que estaba
dibujada en el suelo la planta de la iglesia. Históricamente hablando fue
el papa Sixto III en el año 433 quien construye la iglesia y la ofrece al
pueblo de Dios embellecida por bellos mosaicos. Esta memoria evoca los
grandes temas de María como templo de Dios y nueva Jerusalén.
Para terminar no hay
que olvidar que el Calendario Romano general no recoge todas las
celebraciones marianas correspondiendo a los calendarios particulares con
fidelidad a las normas litúrgicas recoger las fiestas marianas propias de
las distintas iglesias locales y diócesis sumadas a las que celebran las
diferentes familias religiosas.
Pedro
Sergio Antonio Donoso Brant
www.caminando-con-jesus.org
caminandoconjesus@vtr.net
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