“¿O no tengo derecho a disponer
de mis bienes como me parece? Mt 19, 30—20, 16: Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds 1. EL SEÑOR DUEÑO DE LA VIÑA, EL PROPIETARIO, NECESITA JORNALEROS Esta es una parábola es propia de los Evangelios de Mateo,
y es necesario hacer algunas precisiones del ambiente en la cual esta tomada,
a fin de poder destacar la enseñanza que desea dejar. Un señor dueño de una viña, el propietario, necesita
jornaleros, y según se relata, solían reunirse en la plaza algunos
desocupados, entonces no era difícil contratarlos y no era algo extraño esos
de salir a buscar operarios en diversas horas del día, y se hacía cuando el
trabajo requería los servicios ya desde la mañana o en otras horas. Los judíos dividían el día, desde la salida del sol hasta
el ocaso, en doce horas. Pero el uso ordinario utilizaba normalmente las
horas de tercia (de las nueve al mediodía), sexta (del mediodía hasta las
tres) y nona (desde las tres a la puesta del sol). 2. “MUCHOS DE LOS PRIMEROS SERÁN LOS ÚLTIMOS, Y MUCHOS DE LOS ÚLTIMOS
SERÁN LOS PRIMEROS” Porque el reino de los cielos se parece a un propietario
que salió muy de madrugada a contratar obreros para trabajar en su viña.
Trató con ellos un denario por día y los envió a su viña. Pero al
propietario, le hace falta aún mas gente, entonces volvió a salir a
diferentes horas del día, a media mañana, a mediodía y a media tarde, es
decir también a las horas tercia, sexta, nona y undécima. Una vez que
concluye el día de trabajo, el propietario llamó a su mayordomo y le dijo:
“Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando por los últimos y
terminando por los primeros”. 3. AMIGO, NO SOY INJUSTO CONTIGO Fueron entonces los que habían llegado al caer la tarde y
recibieron cada uno su paga, un denario. Llegaron después los primeros,
creyendo que iban a recibir algo más, pero recibieron igualmente un denario.
Y surge la reacción tan humana de los primeros y comienzan a protestar
diciendo: “Estos últimos trabajaron nada más que una hora, y tú les das lo
mismo que a nosotros, que hemos soportado el peso del trabajo y el calor
durante toda la jornada”. A pesar del reclamo, el propietario respondió a uno de
ellos: “Amigo, no soy injusto contigo, ¿acaso no habíamos tratado en un
denario? Toma lo que es tuyo y vete. Quiero dar a éste que llega último lo
mismo que a ti. ¿O no tengo derecho a disponer de mis bienes como me parece?
¿Por qué tomas a mal que yo sea bueno?”. Así, los últimos serán los primeros
y los primeros serán los últimos». 4. PERO EL SEÑOR, MIRA LAS COSAS DESDE UN PUNTO DE VISTA DISTINTO Visto bajo la perspectiva de los hombres, o quizás visto
bajo la figura de la justicia social, cualquiera podría decir que esto no es
justo o que la lógica del propietario es impugnable. Pero el Señor, mira las cosas desde un punto de vista
distinto, no terrenal, y esta parábola aunque parezca una paradoja, no tiene
intención de enseñar sobre la moral de los salarios, ni menos querer mostrar
que el Reino de los Cielo, es algo distinto donde hay diferencia entre dar y
recibir. Por cierto esto es: “Porque los pensamientos de ustedes no son los
míos, ni los caminos de ustedes son mis caminos” (Is
55, 6-9) 5. ¿CÓMO SE HAN QUEDADO TODO EL DÍA AQUÍ, SIN HACER NADA?" Entonces vemos algo que nos llama la atención, a los
jornales que contrata a primera hora, trata con ellos un denario por día, a
los que contrata a media mañana le dice que; les pagaré lo que sea justo. Al
caer la tarde salió de nuevo y, encontrando todavía a otros, es decir,
algunos estaban todo el día de ociosos. A ellos les dice: "¿Cómo se han
quedado todo el día aquí, sin hacer nada?". Ellos les respondieron:
"Nadie nos ha contratado". Llegada la tarde, el señor manda a su administrador que
llame a los viñadores y les dé su salario. Se decía en la Ley: al trabajador
“dale cada día su salario, sin dejar pasar sobre esta deuda la puesta del
sol, porque es pobre y lo necesita” (Dt 24:15; cf. Lev 19:13). 6. MURMURABAN CONTRA EL DUEÑO PORQUE HABÍA IGUALADO A TODOS EN EL JORNAL Pero, al pagarse los jornales, a todos se les daba “un
denario.” Y los que habían ido a trabajar a la viña en las primeras horas, y
que habían cargado con más trabajo, murmuraban contra el dueño porque había
igualado a todos en el jornal. Sin embargo el es muy dueño de sus bienes y de
hacer con ellos lo que quiera. A los primeros les da lo justo; pero con los
otros quiere usar de magnificencia. Así es como le dice: Quiero dar a éste
que llega último lo mismo que a ti. ¿O no tengo derecho a disponer de mis
bienes como me parece? ¿Por qué tomas a mal que yo sea bueno?". De este
modo, ellos no han de ver con malevolencia y envidia, su conducta, pues fue
con unos justo y con otros generoso. 7. ¿O VAMOS A TENER ENVIDIA PORQUE DIOS ES BUENO CON LOS QUE HAN LLEGADO
MAS TARDE QUE NOSOTROS? Sabemos que Dios, es incomparablemente justo, es
infinitamente misericordioso, pero también El es libre y sabe bien a quien
darle lo que necesita. Además Dios esta dispuesto a recibir a todos por igual
en su Reino, en especial a los que son paganos, a los convertidos. Hay en el
mundo muchos, que han sido hombres muy buenos, intachables en lo moral,
hombres justos y de buen corazón, pero han llegado tarde a trabajar por el
reino, incluso a edad muy avanzada. Por tanto debemos alegrarnos mucho cuando
alguien, a la hora o a la edad que sea, se encuentra con el Señor. ¿O vamos a
tener envidia porque Dios es bueno con los que han llegado mas tarde que
nosotros? Entonces el Señor nos muestra que más que un reclamo de
justicia, hay muestra de envidia por la generosidad del propietario con los
que llegaron al final. Y sabemos que a Dios, no le parece bien ni la envidia,
ni las rivalidades, al contrario, se goza de saber que agradecemos y que
somos generosos con todos los hombres. “Que el malvado abandone su camino y
el hombre perverso, sus pensamientos; que vuelva al Señor, y él le tendrá
compasión, a nuestro Dios, que es generoso en perdonar. (Is
55, 6-9) 8. LA ABSOLUTA LIBERTAD Y BONDAD DE DIOS EN LA DISTRIBUCIÓN DE SUS BIENES Ciertamente, la última frase, que agrega Mateo a este
fragmento del Evangelio: “Así, los últimos serán los primeros y los primeros
serán los últimos”, no parece muy coherente con la parábola, por que no tiene
relación si vemos que a todos les paga por igual, tanto los que llegaron
primero como los últimos reciben la misma recompensa. Pero si nos fijamos
bien, al ordenar pagar él pide que se haga comenzando por los últimos y
terminando por los primeros". Entonces la parábola tiene el sentido de que los últimos
contratados verían que ellos recibirían proporcionalmente más paga que otros
haciendo menos trabajo. La doctrina formal que se destaca en la parábola es
la absoluta libertad y bondad de Dios en la distribución de sus bienes. Si a
unos, que trabajaron más, les paga lo convenido, es justo en su obrar; si a
otros, que trabajaron menos, les da igual, con lo que puedan vivir los suyos,
es efecto de magnanimidad. 9. DIOS PUEDE LLAMAR A CUALQUIER HORA O A CUALQUIER EDAD Y así nos canta el salmo: “Día tras día te bendeciré, y
alabaré tu Nombre sin cesar. ¡Grande es el Señor y muy digno de alabanza: su
grandeza es insondable! El Señor es bondadoso y compasivo, lento para
enojarse y de gran misericordia; el Señor es bueno con todos y tiene
compasión de todas sus criaturas. El Señor es justo en todos sus caminos y
bondadoso en todas sus acciones; está cerca de aquellos que lo invocan, de
aquellos que lo invocan de verdad. (Sal 144, 2-3. 8-9. 17-18.) Interesante también parece aclarar, que no pretende
alentar a los que son más perezosos y dejan para última hora el servicio de
Dios y atrasar la conversión, al contrario, quiere enseñar que Dios puede
llamar a cualquier hora o a cualquier edad y por otra parte, que el hombre
debe estar siempre listo para acoger su llamado. 10. NADIE PUEDE PRESUMIR QUE TIENE MÁS DERECHO QUE OTROS Otro asunto interesante, es que nadie puede presumir que
tiene más derecho que otros por haber sido solicitado por Dios mas temprano,
muchos han sido llamado a edad mas adulta, es decir casi por la tarde de su
vida y no por esto deben sentirse menos privilegiados o desanimarse ante los
que participan del trabajo por el Señor mas tiempo. Y es así, como en esta parábola, en aquel tiempo, Jesús
responde a las críticas farisaicas de buscar, aparte de gentes buenas, a
publícanos y pecadores, llamándolos e ingresándolos a todos en su reino. ¿Por
qué esta diversidad de dones, y por qué esta diversidad de “horas”? Porque
Dios, pleno de bondad, es dueño absoluto de repartir sus dones a quien quiere
y como quiere. Así también nos dice san Pablo: “Es el mismo y único Espíritu
el que actúa distribuyendo sus dones a cada unos en particular según su
voluntad” (1 Cor 12,11) 11. GRAN BONDAD Y EXCEDIDA DE DIOS Dios concede su Reino a los pecadores que se han
convertido del mismo modo que a los que fueron justos. Con este contraste se
destaca la gran bondad y excedida de Dios y la estrechez mezquina y crítica
del fariseísmo malo y egoísta. Esta enseñanza fue muy oportuna en aquel tiempo, y ahora
esta más vigente que nunca, y son múltiples. Todos podemos ser llamados a la
viña del Señor, a cualquiera hora nos puede venir a invitar el Señor. Dios es
dueño de invitar a cualquiera, sin importar su condición social ni su
aspecto, ni su raza ni sus creencias, ni su sexo ni su edad. Debemos estar
atentos para saber reconocer su llamado, y debemos ser oportunos en aceptarlo
y fiel luego en cumplirlo. Algunos serán llamados por su fe, pero otros
también por sus pecados, porque Dios no desprecia a nadie. Dios nos muestra su gran generosidad, con los primeros fue
justo, les dio lo acordado y sin quitarles nada. A los últimos les dio lo que
el quería, de esta forma nos damos cuenta que la recompensa no esta en
función al tiempo empleado, pero si están al cuidado, al afán, a la
dedicación y al cariño con el cual nos dedicamos a El. Dios desea que todos sus hijos sean buenos, y el poder
hacer el bien nos viene de Dios, no nos podemos arrogar que es de nosotros el
fin del bien moral, es la voluntad de Dios, no podemos exigir nosotros la
recompensa, esta viene por la gracia, el Reino es un don gratuito de Dios. No miremos cuanto hemos hecho por el Señor, ni cuanto más
nos falta por hacer, ya que estamos llamados a trabajar por su gloria, él nos
recompensara con amor todo el amor que pongamos en trabajar en cultivar la
viña. Cristo Jesús viva en
sus corazones Pedro Sergio
Antonio Donoso Brant ocds Domingo XXV del
Tiempo Ordinario Ciclo A |
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